Terminados en 2012, estos trenes de alta velocidad conectan Pekín y Shanghái. Están destinados a satisfacer la gran demanda de transporte en la transitada ruta. Los trenes, algunos de los cuales circulan a más de 350 km/h, no solo están sometidos a cargas pesadas cada día debido a su alta velocidad. Las puertas laterales de los vagones también tienen que moverse con fiabilidad durante las innumerables operaciones de apertura y cierre en las estaciones, y requerir el menor mantenimiento posible. Unas puertas atascadas o incluso averiadas serían devastadoras en un recorrido tan apretado. Por tanto, las dos guías lineales cuya función es garantizar un movimiento suave en cada puerta son extremadamente importantes. Sin embargo, la tecnología lineal debía cumplir otros requisitos: Tenía que funcionar de forma fiable incluso cuando se movía rápidamente, ser capaz de soportar fuertes vibraciones y permitir un funcionamiento fiable en condiciones ambientales fluctuantes y temperaturas tan bajas como -40°C.
El diseño había utilizado anteriormente rodamientos metálicos en pruebas, pero eran demasiado ruidosos y no siempre garantizaban movimientos suaves durante la apertura y el cierre. Como los cojinetes debían lubricarse a intervalos regulares, la grasa causaba problemas con el polvo y la suciedad, que se acumulaban cada vez más en los puntos de apoyo de las puertas.