Los propulsores retráctiles y escamoteables ofrecen una serie de ventajas en la construcción naval, como la reducción de la resistencia al flujo del buque. Aunque estos sistemas aportan flexibilidad y eficacia al funcionamiento del buque, también plantean un importante reto de diseño.
Esto se debe a que se necesita un gran número de cables para el sistema de control y el suministro eléctrico de los sistemas de propulsión del buque, que deben poder moverse con seguridad en todo momento, incluso con un peso elevado.
Además, el espacio de instalación es reducido, lo que significa que no sólo el guiado, sino también los propios cables deben permitir un radio de curvatura ajustado.
Estas aplicaciones implican los accionamientos de un buque de perforación (Well Intervention Vessel) y de un buque de prospección (Seismic Survey Vessel), que se utilizan para determinar los lugares de perforación para la extracción de petróleo y su extracción.