La esclusa marítima de Krammersluis, cerca de Zelanda (Países Bajos), es una esclusa doble de 280 metros de longitud y 24 metros de anchura. Regula el tráfico marítimo de paso las 24 horas del día, por lo que puede calificarse de punto crítico de la infraestructura in situ. Por tanto, los operadores de la instalación deben poder confiar en que la esclusa funcionará de forma fiable y continua. Por supuesto, esto también incluye el sistema de suministro de energía, que es un elemento crítico del sistema que hace posible el funcionamiento ordenado en primer lugar y suministra energía a las bombas, el sistema de cierre y la iluminación.
En el pasado, se utilizaba aquí un sistema de licitación que, con el paso del tiempo, ya no podía cumplir los elevados requisitos de rendimiento del sistema. En concreto, los cables resultaron ser permanentemente inestables, como demuestran los cables retorcidos y rotos. Esto obligó finalmente al operador a replanteárselo.