Manuel Prager, Consejero Delegado de chike, explica cómo su hermano Tobias Prager, licenciado en física, tuvo la idea de desarrollar la innovadora bicicleta de transporte: "Cuando mi hermano y mi cuñada tuvieron su segundo hijo, empezaron a buscar una bicicleta de transporte para la ciudad, como alternativa al coche. Sin embargo, las bicicletas del mercado eran demasiado largas o demasiado voluminosas y engorrosas para ellos. Por eso desarrolló Chike. Una bicicleta eléctrica de carga que, con 73 centímetros de ancho, es lo bastante compacta para pasar por todas las puertas estándar y, con menos de 2 metros de largo, es tan ligera y manejable como una bicicleta clásica."
El corazón de la chike es un sistema de suspensión con muelles. Gracias a ella, la bicicleta es maniobrable y el conductor puede tomar las curvas como una bicicleta normal. También permite elevar el centro de gravedad y montar el asiento infantil por encima de las ruedas. El resultado es un ancho de vía más estrecho en comparación con las bicicletas de carga clásicas de tres ruedas. "El diseño de este chasis basculante con un sistema de doble horquilla fue uno de nuestros mayores retos," recuerda Prager. Entre otras cosas, tuvimos que encontrar componentes adecuados, como cabezas de rótula para los tirantes o cojinetes lisos para los trapecios, que son ligeros, requieren poco mantenimiento y son resistentes a la intemperie.