Problema
Las máquinas de vending de bebidas de la empresa californiana Drop Water están por todas partes: en los aeropuertos, los supermercados o las estaciones de tren. El cliente elige su bebida en la pantalla táctil de la Drop Station y recibe su elección en un envase compostable. La máquina expendedora dispone de agua del grifo filtrada in situ, que puede estar aromatizada, contener cafeína o tener una temperatura específica según la elección. Con este nuevo dispensador, Drop Water descentraliza el proceso de llenado de botellas, ya que la máquina de autoservicio actúa como una miniestación de llenado. La empresa adopta así una vía mucho más respetuosa con el medio ambiente que los actuales proveedores de agua embotellada. El transporte de botellas llenas es, en efecto, innecesario.
La pieza central del dispensador es un robot cartesiano que prepara y dispensa las bebidas. Para ello, se alimenta de energía y datos. A pesar del uso de una cadena portacables, se produjo un fallo en el cable del prototipo. Se comprobó que los cables se iban doblando lentamente durante cada ciclo hasta que, después de 1.000 ciclos, se encontraban completamente deformados. El segundo problema estaba relacionado con el confeccionado. La empresa necesitaba una solución «plug and play» que funcionara para no tener que dedicar tiempo a comprar cada componente por separado, cortarlo, modificarlo y luego montarlo.
Solución
La máquina expendedora funciona perfectamente desde que se le dotó de una verdadera división interna y de un
sistema readychain completamente confeccionado. De este modo, la empresa ha reducido considerablemente el tiempo y los costes asociados al montaje. Los estadounidenses también confiaron en nuestra gama lineal modular para el robot cartesiano y el sistema de distribución. El mecanismo consiste en rieles
drylin W y
drylin N con carros libres de mantenimiento. La realización de este proyecto con Drop Water ha permitido apoyar a una empresa que demuestra su responsabilidad ambiental y social. Esta colaboración resulta todavía más valiosa teniendo en cuenta que puede significar una pequeña contribución a la reducción de la contaminación global. Por eso el proyecto también convenció al jurado de la
7.ª edición de los premios vector, un concurso se celebra cada dos años y premia las aplicaciones ingeniosas de todo el mundo que utilizan cadenas portacables. Drop Water recibió el premio vector green, que se concedió por primera vez a dos proyectos sostenibles.