Problema
Durante la pandemia de coronavirus, la realización de pruebas se ha convertido en algo habitual cuando se sospecha de una infección. La joven empresa de servicios industriales BoKa Automatisierung GmbH, con sede en Dorfprozelten (Alemania), ha desarrollado una estación de pruebas de COVID-19 llamada DriCoMaTe para quitar carga de trabajo al personal médico y protegerlos de la infección. El brazo robótico de seis ejes, que entrega tubos de ensayo a los sujetos de la prueba y los recoge, necesitaba una pinza que garantizara un buen funcionamiento durante mucho tiempo.
Solución
Gracias a la velocidad comparativamente alta a la que se fabrican los componentes mediante el proceso SLS, igus fue capaz de presentar un prototipo de pinza robótica en muy poco tiempo. iglidur I3, un plástico de alto rendimiento, demostró ser un material adecuado para la pinza, ya que es resistente al desgaste, lo que garantiza una larga vida útil a pesar del uso intensivo. iglidur I3 también resulta atractivo por ser autolubricado, lo que supone un mejor nivel de higiene para la estación de pruebas.