Glaskeil, fundada en 1898 por el maestro vidriero August Keil en Würzburg, se ha convertido en especialista en productos de vidrio y plástico listos para instalar y personalizados para la construcción de yates.
Los elevalunas eléctricos ofrecen más comodidad y lujo que los convencionales, ya que pueden abrirse y cerrarse con sólo pulsar un botón. Esto es habitual en los coches desde hace tiempo, pero sigue siendo una rareza en los yates. Aquí, los componentes eléctricos no sólo tienen que ser compactos, sino también resistentes a la agresividad del agua salada y a las fluctuaciones extremas de temperatura. Además, deben ser lo más libres de mantenimiento posible.
"La búsqueda de un proveedor de tecnología de guiado lineal eléctrico que pudiera satisfacer las elevadas exigencias de la construcción naval de alta gama fue todo un reto," recuerda Mirco Eisenhauer, desarrollador de Glaskeil.
Los diseñadores de Glaskeil se enfrentaron a varios retos: Los productos debían ocupar muy poco espacio, ya que el espacio disponible en los barcos es limitado. Además, la corrosión, sobre todo por el agua salada, es un problema importante.
Al tratarse de embarcaciones del segmento premium, los motores instalados debían ser lo más silenciosos y libres de mantenimiento posible para ofrecer a los clientes una experiencia satisfactoria. El sistema de control también debía ser cómodo. Los sistemas de control lógico programable (PLC) modernos suelen ser demasiado grandes para tareas de automatización sencillas, como subir y bajar el cristal de una ventana.
"Con igus® de Colonia, finalmente encontramos un sistema que ahorra espacio, es robusto, resistente al desgaste y prácticamente no requiere mantenimiento. Y gracias al principio plug-and-play, nos ahorra trabajo de diseño."