El principal objetivo del proyecto "Chameleon", del Reino Unido, era desarrollar un vehículo que saliera íntegramente de la impresora 3D. La idea del proyecto era pasar de la producción en serie a una producción rápida y específica para el cliente. Al mismo tiempo, la fabricación aditiva sin herramientas iba a permitir utilizar material reciclado. Según Scaled 3D, en el futuro será posible utilizar material 100% reciclado en vehículos y estructuras impresas en 3D. De momento, el equipo de Chameleon ha conseguido trabajar con un 30% de material reciclado en el primer prototipo de 2020. La rapidez con la que se pueden imprimir las piezas en 3D es especialmente beneficiosa para este proyecto: un tiempo máximo de impresión de 83 minutos para una pieza grande (1,375 kg) permitió dibujar, imprimir y probar estas piezas en el mismo día. La gran ventaja de velocidad sobre procesos como el fresado y el moldeo por inyección influyó muy positivamente en la libertad de desarrollo del vehículo, que se vio respaldada por la libertad de diseño en la geometría de las piezas.